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Él nos cuida como a la niña de sus ojos


Febrero 06 2024

Alabaré con cantos el nombre de Dios; lo alabaré con gratitud.

Salmo 69:30


TESTIMONIO DE ALABANZA.



¡Amado Señor quiero darte toda la Gloria y toda la honra por lo bueno y maravilloso que siempre eres con los que buscan siempre Tu presencia y obras de manera sobrenatural!


Realicé un viaje vacacional acompañada de una amiga un día domingo. Desde que salimos, mi amiga tenía pensamientos de calamidad ya que era primera vez que ella manejaba a larga distancia. Llegamos Gracias al Señor sin problemas al destino. Pero llegando al lugar, después de 4 horas de viaje, el hijo de mi amiga se descompensa y le empieza a dar una alergia, nos hizo pasar tremendo susto, sin embargo, se recuperó el niño.

Al otro día (día lunes) salimos a divertirnos con nuestros niños, pero decidimos irnos en un solo carro. Estábamos en el mismo lugar donde nos hospedamos, pero como el lugar es tan grande nos fuimos todos en el vehículo de mi amiga, para no caminar. Pasamos un día divertido, los niños felices. Cuando estamos recogiendo para regresarnos al apartamento, las llaves del vehículo no aparecen. Buscamos por todos lados y las llaves extraviadas, lo peor era que, todas las cosas estaban en esos vehículos incluyendo mis documentos, dinero, tarjetas y las llaves de mi vehículo. Estuvimos muy perturbadas, no podíamos salir del lugar, pero, sin embargo, no nos faltó la Provisión del Señor porque la comida que trajimos nos sustentó y nos alcanzó. El día miércoles el hijo de mi amiga tiene un accidente todo extraño en la habitación, cayéndole un estante sumamente pesado y la TV. Era para que el niño tuviera alguna lesión y sin embargo ni un moretón padeció.


En ese momento le digo a mi amiga que clamemos al Señor, hay algo que está perturbando este viaje y vamos a echarlo fuera.

Empezamos a clamar al Señor por más de una hora, entre alabanzas, acción de gracias, echando fuera todo espíritu perturbador o de fatalidad y pidiendo su protección y ayuda. Allí derramamos nuestro corazón entregándole todo lo que traíamos. Desde ese momento la atmósfera cambió y el esposo de mi amiga decidió venirse a traerle la única copia de la llave del carro. Pasamos una tarde tranquila. Al otro día (jueves) a las 11:00 am le pasan un mensaje de la recepción del lugar donde estamos vacacionando que la llave apareció.


Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: “Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que había perdido." Lucas 15:9.

Nosotras lloramos, gritamos y nos pusimos de rodillas dándole gracias al Señor porque para nosotros ya era imposible que esas llaves aparecieran. Ya habían pasado prácticamente 4 días.

Juan 11.39-40

Señor, ya huele mal, porque hace 4 días que murió.

Jesús le contestó:

- ¿No te dije que, si crees, veras la gloria de Dios?


Una vez más Él obra en lo imposible, en las causas perdidas, en donde humanamente no hay esperanza. Él obra cuando ya soltamos todo en sus manos. Y allí es donde llega el milagro.

No podía dejar de dar este testimonio porque fue algo tan sobrenatural y maravilloso de ver como a sus hijos Él nos cuida como a la niña de sus ojos, y que nunca deja una oración sin contestar.



Den gracias al Señor por su amor,

¡por lo que hace en favor de los hombres!

Pues él apaga la sed del sediento

y da abundante comida al hambriento.

Salmos 107:8:9.









Auris.

Venezuela.

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