Febrero 24 2024
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.
Salmos 37;4
Testimonio de Alabanza
Quiero darle la gloria y la honra a mi amado, por todo lo que ha estado haciendo en este tiempo.
Él siempre busca en nuestro corazón ir sanando aún aquellos pequeños recuerdos, aquellas pequeñas heridas muy tenues.
Para la honra y la gloria de mi amado Jesús, quiero decirles que tengo una alarma de oración, y en estos días había visto unas flores, y recordaba que, debido a mi mal comportamiento, a mi espíritu contencioso, y a mi soberbia, en algún momento le dije a mi ET que no me gustaban las flores, y esto era porque, él tenía el aquel de regalarme y siempre me regalaba rosas rojas.
No supe explicarle que había más variedad de flores, y en mi contención solo fue decirle que no me gustaban las flores. Esto ya hace más de 20 años, y para honra y gloria de Dios, hace unos días, veía unas hermosas flores de lo cual acostumbro a hacer imágenes, porque hay demasiada variedad.
Le decía a mi amado Esposo Celestial, que me gustaría mucho, que mi esposo terrenal en algún momento pudiera volver a darme este detalle, y quedar sana esa herida y él pudiera ¡otra vez regalarme flores!
No pasaron muchos días, cuando, no me di cuenta de que Dios ya había respondido esa oración.
Mi esposo una tarde que llegó, y me comentó que me había comprado algo que lo traía en la camioneta de su trabajo, y que se le acababa de olvidar dármelo, salimos, y cuando regresamos me las enseñó, eran dos pequeñitas macetas listas para ser trasplantadas, pero estás macetitas ¡ya venían cargadas de florecitas!
Le agradecí mucho el detalle y me gustaron mucho, nadie sabía, pero esas están en los camellones y son fáciles de tener, debido a que no tengo tanto tiempo para la jardinería fui muy gozosa de que él me trajo este bello detalle.
Más tarde, llegó mi hijo, entró, y me dijo: -mamá, ¡mi papá te trajo flores!
Dios usó a mi hijo para recordarme esa oración; las flores no llegaron como yo creí que iban a llegar, en un arreglo, ¡no! quedaron en forma de maceta.
Y fue maravilloso, porque en esta forma salgo y veo mis hermosas flores, no como yo las pedí, sino como Dios sabía que tenían que ser; es la oración contestada. Mi esposo me regaló flores, y mi Esposo Celestial me recuerda en cada momento que las veo, él escucha mi oración, por muy pequeña que sea, si está adherida a él y la doy con el alma, él está listo para socorrerme, él está listo para conceder el deseo de mi corazón.
Yo creí que mi Esposo Celestial lo podía hacer y lo hizo, él hizo que mi esposo me volviera a regalar flores.
Amadas para el que cree, todo es posible así dice el Señor, Dios les bendiga.
Francia.
C3D MINISTERIO.
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