"LES DARE UN CORAZÓN QUE ME CONOZCA, PORQUE YO SOY EL SEÑOR. ELLOS SERÁN MI PUEBLO, Y YO SERÉ SU DIOS, PORQUE VOLVERÁN A MI DE TODO CORAZÓN" Jeremías 24:7
SOLO TÚ ERES NUESTRO DIOS, JEHOVÁ DE LOS EJERCITOS ES TU NOMBRE. SOMOS TU PUEBLO Y EL QUE VUELVE A TI LO HACE DE TODO CORAZÓN.
El día que mi Amado Jesús cumplió su promesa de que fuera mamá, pensé que ya todo estaba concluido, que ya no le debía nada y él a mí tampoco, ¡un error grande que cometí al pensarlo y haberlo creído!
Cuando llegamos a la casa después del hospital con nuestra hija en brazos, ella estaba recién nacida, hubo cosas que no imagine que pasarían, mi et me pidió que no le íbamos a inculcar alguna religión, ni tampoco le hablaríamos de Dios, y yo acepte, porque esto también incluía el no bautizarla de bebé y eso si lo quería.
Nuestra hija fue creciendo y conforme pasaban los años, ella preguntaba ¿en qué creía yo? ya que veía a la familia extendida ir al templo católico, yo solo le decía que después le diría. Cuando ella cumplió nueve años, mi et se fue de la casa, pasaron algunos meses llenos de amargura y dolor, un domingo le dije a mi hija arréglate, ¡que hoy te diré en qué creo! ¡Alabado sea el nombre del Señor! Le pedí perdón por haber ocultado tantos años algo que debí de dar Honra y Gloria a mi Amado Jesucristo.
Ese domingo, empecé a orar a Dios y le decía: ayúdame, vuelvo al templo y ya no vengo sola, ahora regreso con la promesa cumplida a mi vida ¡nuestra hija! Cuando llegamos estaba la alabanza, había un avivamiento hermoso, al entrar ella estaba sorprendida, mi Amado nos recibió con los brazos abiertos, en un acto de amor, le presente a nuestra hija, aunque él ya la conocía desde antes de ser concebida, ¡fue un momento maravilloso!
Mi Amado me permitió solo ir unos domingos para mostrarle a mi hija en qué creía y dónde asistía antes de que ella naciera, a quien adoró, a quien alabo y en quien creo ¡¡¡En un Dios vivo!!!
Después dejamos de asistir en obediencia, pues cuando no tenemos a nuestro sacerdote espiritual (et) no podemos ir solas al templo, por eso tenemos este ministerio C3D, para alabar y glorificar a Dios, para aprender de su palabra, para prepararnos cuando lleguemos a ir a un templo con nuestro et.
Mi hija tuvo un desánimo cuando ya no fuimos al templo, ella me dijo que le había pedido un milagro a Dios que su papá regresara a casa y que él no se lo cumplió y eso el desánimo y dejo de creer, le he pedido tanto a Dios para que el corazón de mi hija vuelva a él, para que tenga un nuevo corazón que lo ame y que Jesús sea todo lo que ella necesita... Que ante cualquier situación no nos podemos quedar con los brazos cruzados, debemos clamar y buscar a Dios en todo momento.
Mi Amado empezó a darme estrategias y empecé a ponerle alabanzas, predicas y ella nuevamente ha tenido interés, me hace preguntas referentes a Dios, le pido sabiduría para responderle y que no se quede con ninguna duda, le leo los salmos y proverbios y le ánimo diciéndole que Dios cumplirá los deseos de su corazón conforme a su voluntad, en su tiempo perfecto. ¡Pero el que este inclinando su corazón a Jesús me llena de gozo!
Nunca desistamos el orar por nuestros hijos, es una responsabilidad, un legado de toda madre, cual sea la situación de nuestros hijos, arrebatémoslos de las garras del enemigo con nuestras oraciones, en obediencia a Dios.
Bendiciones.
Elizabeth.
Cordón Llenas de Su Gracia.
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