Un Altar para siempre.

Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra.

Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido.

Génesis 12 :7.

Hace algunos días tan solo, compartí un testimonio sobre que empecé a orar por mi hijo menor y a su vez el Señor me indicó estar con él 40 días y 40 noches leyendo la palabra orando. Toda la gloria y toda la honra a Dios, porque dos noches después de estas oraciones, mi hijo me estaba esperando y yo estaba ocupada en la cocina, a lo cual le comenté, papi también te puede ayudar y mi esposo dijo: "hoy hazlo tú mañana yo leo con él".

¡Wow eso fue hermoso! pero lo dejé solo ahí, no quise ser gotera constante decir algo más, solamente esperé y fui prudente.

Y ¡sí! así fue, al otro día Dios maravilloso creó algo muy bello y le dije a mi hijo: dale las gracias a Dios porque te da la oportunidad de que tu papá te enseñe la palabra, no solo te manda a leer, lo hace contigo, con nosotros no lo hicieron. Extendí una alabanza a Dios y le dije: Señor, gracias por el pastor que estás levantando en nuestra casa, porque mi esposo debe ser el pastor de nuestro hogar y liderarnos.

Fue maravilloso, porque mi esposo tiene un dispositivo en el cual descargo la Biblia y ahí le empezó a leer y vio que la Biblia de mi hijo trae las letras muy pequeñas y entonces también le descargó en su tableta la Biblia, fue algo muy hermoso verlos a los dos, haciendo lo que le agrada al Señor.

Ellos leen un versículo cada uno y ya para la oración, mi hijo me pide ayuda para cómo desarrollarla, pero lo más hermoso sucedió ayer; Mi esposo salió muy tarde y no llegaba, y mi hijo no me había dicho sobre leer porque actualmente me encuentro enferma, tuve temperatura y perdí la noción del tiempo y que el horario en que habitualmente hacemos sus oraciones estaba por terminar.

Hasta que mi esposo llegó y él le dijo: papi, no he leído ¡te estoy esperando!

y mi esposo le dijo: eso le venía diciendo a mi compañero que me trajo a casa, salí tan tarde que lo único que siento es que no pude leer la Biblia con mi hijo. Fue el Espíritu Santo que el uno al otro hizo que se esperaran para compartir juntos estos momentos.

Dios está construyendo un lazo muy entrañable entre padre e hijo mediante su palabra y a su vez ese altar se encuentra humeando, se encuentra con fuego que me estremece, este altar está adorándole noche a noche y día a día, con este tiempo de la lectura de la palabra de mi hijo a través de su proceso de 40 días y 40 noches.

Ayer me dijo mamá: " me está gustando esto" porque se acompaña de su libreta, su tableta, su Biblia en su libro devocional y le dije: así va a ser tu vida hijo mío, y leyendo la palabra haciendo tus oraciones y preparando tus prédicas Dios tiene algo muy grande para ti y esta va a ser tu vida mi amor.

Le doy gracias a Dios, porque ha estado manteniendo lo que a Dios le había pedido y estoy agradecida por como extendido este proceso de oración entre padre e hijo abrazándose dentro de su alma entrañablemente.

Francia Ramírez

C3D MINISTERIO