Junio 23 2024
¡QUE TU DIOS, A QUIEN SIEMPRE SIRVES, ¡SE DIGNE SALVARTE!
TE HE CONFESADO MI PECADO Y NO TE OCULTE MI MALDAD
"DICHOSO AQUEL A QUIEN SE LE PERDONA SUS TRANSGRESIONES, A QUIEN SE LE BORRAN SUS PECADOS.
DICHOSO AQUEL A QUIEN EL SEÑOR NO TOMA EN CUENTA SU MALDAD Y EN CUYO ESPÍRITU NO HAY ENGAÑO.
MIENTRAS GUARDE SILENCIO, MIS HUESOS SE FUERON CONSUMIENDO POR MI GEMIR DE TODO EL DÍA. Salmos 32:1-5,8,10
¡Me regocijo tanto en caminar junto a ti Amado EC!
Este viaje que inicie ya hace algunos años creyendo en Ti, confiando en Ti, me ha hecho sentirme segura, amada, y muy fortalecida.
¡Has enseñado a mi vida que solamente en ti hay consuelo, qué nada está perdido! Todo está ganado. Que todos me pueden abandonar, pero si te tengo a Ti, lo tengo todo.
Empecé a tener días de inquietud, de desconcierto, sentía como que algo estaba de más y al mismo tiempo algo estaba haciendo falta. Empecé a clamar a Dios, que dirigiera mi vida, ¿qué es lo que ocurría? ¿qué pasaba?
Mi Amado, tan hermoso y maravilloso, me indicaba, qué había qué ayunar, retumbaba en mi cabeza y lo sentía tanto en mi corazón. ¡Él fue tan claro! ¡Tenía que ser por 21 días! Mi corazón se quebrantó tanto, porque si algo costaba en obediencia a mi proceso era el ayuno. No lograba completar un día completo de ayuno. Le dije a mi Amado cuanto me costaba en mi carne hacerlo, pero esta vez era claro, tenía que ser por 21 días. A veces nuestra mente humana no alcanza a comprender y quiere resistirse.
Derrame mi corazón delante de Su Presencia, y le preguntaba cuál era el propósito de este ayuno; y el tan Amoroso y Maravilloso, me llevo a episodios de mi vida hasta mi niñez, adolescencia, juventud y ya de adulta.
Al inicio de acontecimientos qué estaban escondidos, que no comprendía, porque uno me llevaba a otro y empezaron a querer atormentarme y había que sanar, restaurar, cortar, atar y sacar de lo más profundo de mi ser.
Estos acontecimientos querían avergonzarme, arrastrarme a un abismo, me enfrentaron cara a cara y quizá lo más fácil era salir corriendo, pero me detuve y en Mi Amado, quise enfrentarlo, no quiero que esto se traspase a mis generaciones. Con estos acontecimientos, mi Amado me mostró qué yo era parte de una generación maldecida, pero en Su Infinito Amor, en Su Infinita Misericordia, me mostró lo que se debía hacer para romper de raíz para mis generaciones. Ya no heredar maldiciones, sino bendiciones.
¡Y empezar de ya! Y es lo que Mi Amado me indicó, un ayuno de 21 días, qué había qué RENOVAR.
"COMO TENEMOS ESTAS PROMESAS, QUERIDOS HERMANOS, PURIFIQUÉMONOS DE TODO LO QUE CONTAMINA EL CUERPO Y EL ESPÍRITU, PARA COMPLETAR EN EL TEMOR DE DIOS LA OBRA DE NUESTRA SANTIFICACIÓN" 2 Corintios 7:1
Y es que cuando pensaba, que ya estaba todo dicho, todo sanado y restaurado, la Voz de Mi Amado penetraba mi mente diciendo: ¡Lo profundo de tu corazón no es de mi agrado! ¡Entrégamelo! Se contrito mi corazón y pedía su dirección, Su guía, qué sacará a la luz aquello que estaba oculto, aquello que me pedía que le entregará. Y tan Maravilloso, Fuerte y Poderoso, mi Amado me llevo a tantos episodios de mi vida que seguían ocultos, será que los escondí por vergüenza o miedo a que me juzgará y me apartará de Su Presencia, pero que tonta. ¡Otra vez el enemigo queriendo que me apartará de Mi Amado! Ya no podía dudar y tenía que confesar todo lo que estaba obstruyendo, lo que no dejaba fluir y seguir avanzando en Mi Amado.
La Palabra de Dios dice: Isaías 1:18 Que si tu pecado es como la grana, como la nieve será en blanquecido. Y no tenemos por qué dudar.
En este ayuno de 21 días, pude ver la misericordia de Dios derramada en mi vida; Confesé mi pecado y tuvo misericordia de mí y me perdono. ¡Y es que no hay ningún pecado qué Su Gracia y Misericordia no pueda perdonar!
Él, ha quitado la afrenta de mi pecado, lo ha arrancado de lo más profundo de mi ser, lo ha amarrado y arrojado a lo más profundo del abismo, para que en el Nombre qué Es Sobre sobre todo Nombre Cristo Jesús, mis generaciones quedan libres de estas transgresiones y sean benditas en Su Nombre.
No me canso de buscarlo, anhelar Su Presencia, y darle infinitas gracias, que se acordó de mí, de mi alma y de todo mi ser.
Amada, amiga, hermana, no permitas que el enemigo se salga con la suya, no le permitas que confunda tu vida, diciéndote: ¡qué para tu pecado no hay perdón! ¡No le creas! Jesús te está esperando con los brazos abiertos porque quiere perdonarte y hacerte libre. Solo créele, confía y búscalo de todo corazón.
¡Ahora sé que nunca he estado sola! Mi Amado toma mi mano y camina conmigo siempre.
MI FUERZA SE FUE DEBILITANDO COMO EL CALOR DE VERANO, PORQUE DÍA Y NOCHE TU MANO PESABA SOBRE MI.
PERO TE CONFESÉ MI PECADO Y NO TE OCULTE MI MALDAD.
ME DIJE:<<VOY A CONFESAR MIS TRANSGRESIONES AL SEÑOR>> Y TU PERDONASTE MI MALDAD Y MI PECADO.
ÉL SEÑOR DICE: <<YO TE INSTRUIRÉ, YO TE MOSTRARÉ EL CAMINO QUE DEBES SEGUIR; YO TE DARÉ CONSEJOS Y VELARE POR TI. MUCHAS SON LAS CALAMIDADES DE LOS MALVADOS, PERO EL GRAN AMOR DEL SEÑOR ENVUELVE A LOS QUE EN EL CONFÍAN"
Salmos 32:1-5,8,10.
Bendiciones.
Elizabeth
Ministra Llenas de tu Gracia.
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