Septiembre 16 2024
Un día, como a las tres de la tarde, tuvo una visión. Vio claramente a un ángel de Dios que se acercaba y le decía: —¡Cornelio! ¿Qué quieres, Señor? —preguntó Cornelio, mirándolo fijamente y con mucho miedo. Dios ha recibido tus oraciones y tus obras de beneficencia como una ofrenda.
—contestó el ángel. Hechos 10;3,4.
El Señor está trabajando en mi vida y este pasaje hermoso de la visión de Pedro (Hechos 10 y 11) trae consigo la verdadera esencia de lo que Jesús vino a hacer en la cruz, porque él vino a morir por todos sin distinción de nadie.
¡Ese era el mensaje! Que de la misma manera que Dios ya no haría distinción entre los animales (como sucedía en el AT para efectos ceremoniales), ¡Dios ya no haría distinción entre los hombres!, ya no hay judío o extranjero, puro o impuro, no existe ninguna diferencia; ¡El plan de salvación es para TODOS!, bajo las mismas condiciones y sin acepción de persona.
Es poderoso nuestro amado lo que nos quiere enseñar y en este tiempo maravilloso de zarandeo que estoy pasando, me muestra dentro de estas oraciones que me ha llevado a hacer, que no debo de perder indicaciones que ya nos han sido dadas, sobre todo que en mis oraciones puse una arma espiritual; El día de hoy él me llevó a usar la sangre de Cristo, y es muy poderoso lo que me mostró a través de este versículo de Hebreos 9:12 porque dice que él murió una vez y para siempre por todos nuestros pecados, estoy intercediendo por un alma en la cual muchas veces mi corazón se ha contristado por su proceso y el Señor hoy ha acariciado mi corazón, no es lo mismo que lo plasme en nuestra mente, que lo entendamos, pero hoy él lo ha dejado incrustado en mi corazón, porque él murió por esta Alma una sola vez y para siempre por esos pecados.
Por eso ha dejado en nosotros tantos estudios, tanta sabiduría, para que hoy la pongamos en práctica al ocupar el arma espiritual, la batalla se intensifica y de manera correcta Dios se magnifica y me revela más aún.
Él se da completo y a través de él hemos obtenido eterna redención, es que él se sacrificó una vez y para siempre por nuestros pecados de ayer, los de hoy y los futuros; obviamente no debemos de estar buscando caer en pecado, estos son aquellos pecados que caemos en inconsciencia y de los cuales Dios nos está forjando a levantarnos y que le demos gloria y honra a través del testimonio de lo que hace por nosotros.
Que el Señor seguirá limpiando su conciencia llevándolo a esos lugares celestiales que tiene planeado para esta alma, también me queda claro lo que necesitaba que yo intercediera y es por ese don de crecer, el crecer en Cristo Jesús es un don que no ha desarrollado y se logrará una vez que el Espíritu Santo descienda en él, que sea bautizado en ese mismo espíritu revelando así los dones que le han sido dados a través de Cristo Jesús y él necesita que yo interceda por esta persona para que crezca en Cristo Jesús y le sirva.
Él limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo.
Con amor y bendición.
Raquel Jiménez
C3D MINISTERIO
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