Siempre hay algo más que entregar, por amor a Su Nombre.
- Cordón 3 Dobleces
- Feb 27
- 2 min read
Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado,
de justicia y de juicio.
Juan 16;8.
Durante este ayuno, le pregunté al Señor ¿qué más tenía yo que entregarle? Realmente hace ya algunos años llevo trabajando de su mano y ya he pedido perdón y ayunado por mi hijo mayor.
Pero hubo una temporada en que mi hijo accedió a dinero mío que no le di, que él tomó sin permiso prácticamente ¡lo robó!
Supe que era él, muchas veces le estuvimos insistiendo en que nos dijera la verdad, hasta que en su momento confesó y gracias a Dios no lo ha vuelto a hacer, pero durante este ayuno, supe que abrí esa puerta y fue lo que le dio acceso a él.
El Espíritu Santo me llevó a juicio de pecado, y es que cuando mi hijo tenía 4 añitos, le empeñé su Tablet y le engañé porque, le dije que se la habían robado de nuestro auto y eso fue mentira, él creció con esa perdida y aparte de eso, le agarré un dinero que le habían juntado para reyes sus abuelitos, y también se lo hurté, había necesidad, lo tomé y se lo di por perdido, obviamente en ese tiempo no conocía del Señor.
Por eso, es que en este tiempo de ayuno el día de pedir perdón a los hijos, le pregunté al Señor ¿qué me hacía falta que no había yo hecho aún con él?
y me llevó a confesarlo, aunque mi hijo me dijo que ya lo sabía, esta vez ya no fue en broma, ni nada, le pedí perdón, le pedí perdón sinceramente por haberle mentido y por haber agarrado lo que le pertenecía, la honestidad es fundamental en nuestra relación y era necesario decir la verdad, solamente el Espíritu Santo lo pudo hacer, convencerme de que, aunque le había comprado el aparato, él me convenció de pecado y me llevó a pedir perdón a mi hijo.

Francia.
C3D MINISTERIO.
Comentarios