Rizpa fue una concubina del rey Saúl con quien tuvo 2 hijos, cuando David sube al trono es interpelado por los gabaonitas por los crímenes que Saúl cometió contra ellos. Por lo cual, David consulta a Jehová y recibe la autorización para negociar. El rey comprobó, que ardía en el corazón de esta gente, un deseo de venganza que no contemplaba indemnización económica ni represalias contra los israelitas, sino específicamente la ejecución pública de siete descendientes de Saúl, esto se encuentra en 2 Samuel 21:1-14.
A Rizpa no le fue posible salvar la vida de sus dos hijos, pero con convicción, decidió hacer todo lo que fuera posible para salvarles de la última desgracia, ser comido por las aves y las fieras bestias.
Rizpa se dispuso a para luchar contra aquellos que querían devorar a sus hijos. Y allí estaba, alerta, cuidadosa, presentes en sus vidas en su día a día.
Así mismo el día de hoy debemos luchar con fuerza, determinación total sacrificio contra las Influencias, de otros niños, de familiares, de falsas enseñanzas del mundo y de los medios de comunicación.
Debemos luchar en oración para que en ellos prevalezca, Lo bueno, el perdón; el respeto; la obediencia; la pureza y puedan perseverar en la palabra del Señor.
No le fue posible salvar la vida de sus dos hijos, pero con convicción, decidió hacer todo lo que fuera posible para salvarles de la última desgracia, ser comido por las aves y las fieras bestias.
El enemigo anda alrededor de nuestros hijos como un león rugiente, buscando devorarlos, Protegerlos en el sentido físico es importante, pero vital es protegerlos en el mundo espiritual, debemos oponernos al mundo, la carne y el diablo que quieren devorar a nuestros hijos.
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