Principiante en la entrega

Muchas veces no sabemos cómo salir de ciertos sentimientos que abarcan nuestros pensamientos, queremos conectarnos más y más a Dios, queremos establecer esa relación con Cristo en la intimidad, pero no sabemos ¿Cómo?

Y muchas veces cuando más queremos estar conectadas en su presencia, es cuando más perturbados se vuelven nuestros sentimientos.

Queremos más y más del Señor, pero vienen las pruebas y nos desenfocan, nos hacen desviar la mirada.

Por ello es necesario buscar en esos momentos difíciles de él, en su palabra y en oración.

Si eres una mujer principiante en la entrega de sus sentimientos, si aun te afectan ciertas situaciones, y aun hay dolor, entonces es necesario que sean llevados en ese momento en oración y decirle a Jesús "te entrego este sentimiento que no me hace bien, que no me deja conectar tu presencia a mi vida".

Cada proceso, cada evento, cada prueba, y cada circunstancia, cuando hemos confesado a Jesús ahora todo tiene un porqué, y un para que, y es para sacar esos sentimientos de nuestro interior, que viven sumergidos en nuestra alma, tales como el rechazo, el coraje, la impotencia, todo esto llevarlo en oración a él y decir te entrego estos sentimientos y los dejo aquí en tu cruz transfórmalos a mí no me hacen bien yo te los entrego.

En tu oración debes decirle que deseas enfocarte más en él, y no en tus sentimientos, esto es ir a él en cada momento de tu vida, incluso cuando ni siquiera sabes cómo te sientes, debes decírselo háblale, sobre tus problemas, lo que aqueja tu alma, lo que te hace sentir herida.

Entregar nuestros sentimientos a Dios es más sencillo de lo que parece.

Podemos manejar las emociones con madurez espiritual Efesios 4:26 nos da a entender que no somos una marioneta de nuestras emociones; que podemos experimentarlas, pero encauzarlas y gobernarlas según un sistema de principios como la verdad, la justicia, el amor, la piedad, entre otros, y no ser movidos por ellas.

Efesios 4:26 Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados.