Mayo 22 2024
Permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Juan 15:4.
Solo permanece en la permanencia...
Este testimonio que levanto para la Gloria de Dios es porque he pasado unos días muy desesperantes, desde el viernes pasado, desde el jueves, tuve unas luchas tremendas, donde creía, hermanas sinceramente, que había que desistir en todo, pero hoy, ¡les puedo dar como testimonio esta verdad!
que sí permanecemos, mis preciosas, con nuestro amado Esposo Celestial,
aún sin saber que hacer, solamente esperando en él, cobijadas bajo su sombra, leyendo y orando, aunque no tengamos la suficiente pasión, solo seguir perseverando en él, aunque solo sea para que, en ese momento de prueba, le digamos que no sabemos ni qué hacer, pero siempre diciéndole a él, lo que sentimos: él actuará.
Es que él, es tan bueno, y tan pero tan bondadoso, solo con el hecho de permanecer en él, él allanará nuestro camino; el enemigo hizo de todo, incluso, quería que lo dejara todo, ¡hasta el cordón! dejar de orar, todas hermanas y no les quiero decir, que todo está en perfección, ¡claro que no!
la lucha sigue, pero ese momento, en que me hacía flaquear, solo me aferré a él, ahí a su lado.
Lo que les quiero decir, es que, aunque mi carne quería soltar todo, su palabra y su bondad me sostenían.
Todo amada, es en el tiempo de Dios, por ello, mis deseos están sujetos ahora a su voluntad, mis deseos son los de Dios, el sigue trabajando en mí, no he acabado, pero esto es como la carrera del médico, nunca dejamos de aprender, él nos conoce a la perfección, y sabe lo para que servirá para mí bien.
Amada, aún nos duela la prueba, y parece lumbre o fuego, pero este fuego no quema, parece, pero no quema, esto es todo un proceso, pero lo que puedo decirte hoy es: que permanezcan, si permanece orando, clamando y pidiéndole ayuda, pero, sobre todo, no dejándole en ningún momento, solo permanece en la permanencia, no solo es un gran principio espiritual sino una ley poderosa.
Permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Juan 15:4.
Raquel Jiménez.
C3D MINISTERIO.
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