Mateo 6:26
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan, ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
Qué preciosa pregunta nos deja este hermoso versículo, y las respuestas son maravillosas en Juan 3:16, nos dice que no se puede medir el amor del padre por nosotros, en Isaías 43:4 “Porque te amo y eres ante mis ojos precioso y digno de honra”, nos hable de lo importante que somos.
Es necesario recordar estas palabras, meditar en estos versículos, sentirnos dignos y recordar en toda circunstancia, lo que valemos para Dios. Las aves solo se alimentan de Dios no piensan en el mañana solo saben que él lo hará.
La Biblia nos dice: “Dios no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros” (Romanos 8:32), abundante en Él, en esta vida y en la eternidad.
Entonces por qué debemos preocuparnos por aquellas cosas terrenales, por qué si para Dios valemos mucho más que las aves y a ellas las alimenta diariamente, esas aves que ni siquiera siembran, ni cosechan, ni siquiera tienen dónde guardar su alimento, más sin embargo Dios les da todo lo que ellas necesitan para subsistir día a día, entonces si valemos para Dios nosotras mucho más pongamos plena confianza en el con nuestro sustento.
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