No sé qué hubiera sido si Tú no tomabas el control.

Octubre 09 2024

¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aún vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. Mateo 10:29-31.

Este testimonio es para darle la Gloria y honor a mi Amado Jesús, es un testimonio de mi hijo menor.

Ayer, saliendo del kínder su maestra me comentó que se había caído dos veces, nada de gravedad, solo la escuche, llegué a casa de una hermana en Cristo, su casa es de dos pisos, mi hijo nunca había subido, esta vez quiso subir ya que yo estaba ayudando a mi hermana en unas cosas de su hogar, mi hijo subió y se asomó por la escalera a lo cual le ganó el peso, y el hijo de la hermana lo agarro en el aire, decidí subirlo conmigo, estaba tranquilo jugando con el hijo de la hermana y yo estaba con ella haciendo unas cosas; terminamos y ya nos íbamos a bajar y le dije: -¡vamos! Bajé unas cosas e iba a regresar por él, y la hermana estaba detrás de él, ¡fue un segundo donde todo paso! mi hijo rodó por algunos escalones y lo agarre en el aire, mi instinto, lo abrace y apreté su cabeza, bajé las escaleras, cuando separo mi mano, ¡tenía sangre! Lo veo y corría la sangre por su cuello, por un instante me espante, me pasaron un trapo con hielo, pero continuaba, corrimos al carro de la hermana y nos llevó al doctor, ¡gracias a Dios no había gente! Entramos, lo reviso y había sido una pequeña cortada en la cabeza, su espalda también tenía dos golpes. En la noche se quejó de dolor mientras dormía, antes de dormir, después del accidente oramos con él. Hoy puedo decir que a pesar de todo lo que pasó, ¡mi hijo está bien! se le está desinflamando, sangra muy poco con la lavada, está siendo curado. Mi Amado Señor tomo el control de la situación, porque como lo vimos caer pudo ser peor pero el Señor lo cubrió. Solo puedo darle gracias y alabarlo por cuán grande es él, aunque pase lo peor, Dios siempre tiene el control, me dio paz y calma en ese momento para actuar de la manera correcta, puedo decir que fue él, porque en mí, hubiera actuado con desesperación.

Mi hijo en sus oraciones agradece a su Padre Jesús por estar con él, por cuidarlo, y yo le doy gracias por sostenerlo porque sin él nada es posible, sin su protección, ayuda y amor no podríamos estar de pie.

Gracias Amado por estar siempre al pendiente, por ponernos en alerta, porque nuestro espíritu está al pendiente de tus alarmas, gracias por poner a esas personas que ayudan, gracias porque no sé qué hubiera sido si tú no tomabas el control, gracias por la vida de mi hijo, por amarlo, por su fuerza y valentía.

¡Gracias Mi Hermoso Jesús!

Elisa.

Cordón Llenas de tu Gracia.