Abril 23 2024
Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza. Jeremías 17:14
Bendecidas sean todas, les quiero compartir parte, de lo mucho que él ha hecho en mi vida; y sé y creó que seguirá haciendo en mí.
Hace 3 semanas entre en un ayuno de 3 días; para la gloria de mi amado EC el me llamó hacer este ayuno, le pedía que me ayudara más y más a llenarme de él. Fue muy fuerte, pero también sé que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece; así, al terminar el día tres, poco antes de entregar mi ayuno, me habla la mamá de mi et, me dice que ella había estado hablando con él, que me diera una oportunidad y que dejara lo del divorcio.
Me decía: te habló para decirte que hables con él y le supliques. Le dije: sabe, esto no depende de mí, este asunto, se lo entregue al Señor, él es fiel y él me ha dicho quédate quieta, reconoce que Yo Soy tu Dios, Yo te ayudare, y es lo que hago. Ella no me entendió, a pesar de que tiene más años en las cosas de Dios. Sabía que esto era parte del enemigo, de hacerme caer; dentro de mí, quería enviarle un mensaje a mi ET, y decirle que nos diéramos una nueva oportunidad, recordé como nuestro Señor Jesucristo, fue tentado y dije ¡no Señor! te pido la oportunidad a ti, sea tu voluntad y no la mía.
Después para acostarme, en mi tiempo de intimidad con él, me dio una palabra que está en Daniel 10 y me la confirmó, en el templo al día siguiente, con un invitado evangelista, que dijo exactamente el versículo que mi amado me mostró: Daniel no temas; (aquí entendí que me dijo Juanita no temas -directo-) porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras y a causa de tus palabras yo he enviado, más el príncipe del reino de pericia, se me opuso durante veintiún días, pero he aquí Miguel uno de los principales príncipes vino para ayudarme y quede allí con los reyes de pericia. He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días, porque la visión es para estos días.
¡Alabado sea mi amado EC! ahí comprendí, ¡él está peleando por mí!
Mis hermanas, con esto, las animo a no rendirse, a buscar más de Su Presencia, de Su amor. Aun a veces no viendo nada, (porque aún y con todo esto en lo natural, no veo nada) creó en qué es en el tiempo perfecto de mi amado y sé que aún me falta por conocer más y más de él. ¡Pero no se rindan, no me rendiré! Deseo tanto, tanto no desear el amor del hombre sino solo el de mi Amado, solo ser llena de su Gracia, tener esa satisfacción; y sé que llegara.
¡Las animo a seguir buscando solo su amor, solo a él!
Bendiciones mis amadas.
Juanita.
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