Límpiame de estas faltas ocultas.

Abril 17 2024

Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije: “Confesaré mis rebeliones al SEÑOR”. Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Salmos 32:5

Este testimonio es para la gloria y honra de mi Amado Jesús, para alabarlo por siempre y para siempre.

Hace unas semanas leyendo la Biblia, me apareció muchas veces la fecha 7 de marzo, resonaba en mi mente, fui y pedí asesoría a lo cual me dijo la hermana que recordará que el Señor ya me había pedido vaciar y yo tenía pecados ocultos. Esa fecha era el día que debía confesar mi pecado oculto. Siendo muy sincera tenía tanto miedo, no sabía ni que hacer, le decía al Señor ¡no puedo hacerlo! ¡tener que confesarle al papá de mis hijos que cometí adulterio mientras estábamos juntos! ¡me inundé de temor!

Escudriñando las escrituras el Señor me mandó a un ayuno de 21 días, esos días tuve la ayuda de las ministras en intercesión, gracias a Dios.

En estos días, en el Espíritu Santo me mostró que no solo él me había lastimado y dañado, me mostró que yo también lo hice, al momento de faltarle, cometer adulterio. Fueron días difíciles, al sentir que lo defraudé, herí, engañé, pero más difícil era, que también lo hice en contra del Señor; que con mis actos no solo yo y él salíamos lastimados, sino que también el Señor.

Pedí perdón y hoy tengo la seguridad que fui perdonada, que mis oraciones fueron escuchadas. Ayer me tocó confesar mi pecado, le di vueltas y vueltas, no sabía ni cómo hacerlo, las palabras no salían de mi boca, oré, le dije al Señor: "No hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague." Estoy aquí por ti, por obediencia a ti, porque sabes que en mis fuerzas no lo haría, pero pase lo que pase te tengo a ti. Comencé a hablar con el papá de mis hijos, le dije todo lo que me era indicado, al principio su voz cambio y se quedó muy serio, mi corazón salía de mí, pero continúe, él pregunto quién era esa persona, cuánto duró y esas preguntas, a lo cual no respondí a todas, ni di detalles, ya que no podía hacerlo, por principios ministeriales. Llegó el momento de decirle que me perdonará, que la decisión que él tomará la respetaría, se quedó un silencio total, cuando él empezó a hablar me dijo, "todos cometemos errores, nos equivocamos, nadie es perfecto, y no te preocupes, no guardo rencor, odio, resentimiento, te perdonó."

En ese momento sentí mi alma descansar, corrieron unas lágrimas y dije Señor Gracias por tu misericordia, gracias al amor inagotable, porque sé que eres tú, me aleje de ti, pero no te cansaste de buscarme, corría, huía, pero tu presencia a estado conmigo, regrese a casa y tú me has dado más de lo que merezco.

Después de todo este proceso el Señor me dio paz, tranquilidad, gozo, mis pensamientos ya no están en eso, mi corazón está tan alegre porque tengo a mi Amado Esposo Celestial, tu presencia me atrae, tu amor, Amado me atrae.

Toda la gloria y honra para él, solo es el digno de alabanzas, él puede tocar corazones, solo él puede hacer lo imposible, solo puedo alabarlo y dar testimonio de lo bueno, maravilloso, misericordioso que él es.

Gracias Amado mío por limpiar mis pecados, por perdonarme.

Gracias infinitas.

¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas. Salmos 19:12

Elisa.

Cordón Llenas de tu Gracia.