Julio 16 2024
Los rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías. Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne. Ezequiel 36:25;26
Después de mi caída, después de sentirme tan mal por el pecado en el que me envolví. Llegó el momento de llevar a él toda carga, todo dolor, todo mi pecado. Pase por un proceso de ayunos, primero fui a él para tener ese total arrepentimiento, que el peso de lo que hice fuera reflejado en mi alma, corazón y espíritu. Después de eso, pasé por un ayuno para sacar a esos demonios que dejé entrar después de que el Señor ya había limpiado mi casa, salió uno, pero entraron 7, estos días fueron tan difíciles, me levantaba en la madrugada a orar, esas madrugadas fueron tan llenas de cosas sobrenaturales, en algunas, cuando comenzaba a orar y reprender venían olores feos, ruidos, animalitos, era un mover, pero siempre en todo momento me sentí cubierta, no hubo temor, sabía que Dios estaba conmigo. Este ayuno me ayudo a reconectarme con el Señor, con el Espíritu Santo. Sé que él perdono mi pecado, y sé que él está conmigo en todo instante. No puedo más que alabar a mi Dios, mi Rey y Señor.
En este proceso en ningún momento me sentí sola, hoy supe que, si caí, él me ayuda a levantar, no me aleje de él, en cambio me aferre a su palabra, sabiendo que él es mi fuerza, mi ayuda y pronto auxilio. Él actuó en mi debilidad, él me quebranto, y sé que nuevamente está formando lo que yo rompí, sé que seré nueva en todos los sentidos. Puedo decir que en mi carne hubiera seguido actuando de esa forma, pero no quiero seguir fallándole, no quiero seguir menospreciando el sacrificio que hizo Cristo Jesús en la cruz del Calvario, no quiero menospreciar su gran amor ¡ya no más! Quiero llenarme más y más de él, ser una loca enamorada de él. Se que su mover siempre es por mi bien, también sé que él permite cosas para mostrar lo que aún hay en nuestros corazones y hoy puedo decir: ¡es cierto!
Hoy puedo alabar, adorar, amar a mi amado Jesús por su confortante amor, adorar al Espíritu Santo por hablarme en todo momento, alabar el gran Nombre de Dios por que sin él nada sería posible; también puedo decir que no merezco nada de lo que me han dado, pero lo dan por bondad, amor, misericordia, nada merezco, pero ellos lo dan todo. Dios es un Dios de nuevas oportunidades, confío y creo en lo que vendrá en mi vida. Un ayuno donde Él tomo todo el control de mi cuerpo, de mi corazón, alma y mente.
Todo honor y honra a ti Amado mío.
Mar.
C3D MINISTERIO.
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