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LLEGARA LO PROMETIDO

Enero 02 2024

Él les enjuagará toda lágrima de los ojos.

Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento

Apoc: 21:4


¿Qué es la Vida Abundante?

Al entrar en este tema, de que es la vida abundante, te hace ver como haz fallado en el modelo de mujer que Dios quiere que seamos, nos hace ver que debemos de entregarnos a Él ciega y fielmente para que pueda pelear nuestras batallas, que nuestro lugar está a su lado, demostrándole nuestro amor, y que será nuestro novio, sólo Él.


Abracé esta promesa, la hice mía, y me anime a saber que cada lagrima él sanara, que estando a su lado, no habrá dolor alguno; no solo sentí que este versículo habla sobre el día en que partamos, sino aquí mismo, hay una nueva vida a su lado, la muerte ha vencido, y sé que puedo vivir una vida abundante, sin dolor ni lamento, que todo lo pasado solo mi amado Jesús puede sanarlo.


Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir. Me hizo ver que durante mucho tiempo viví siempre con ese rencor, por todas las situaciones feas, malas y dolorosas que viví.

El no estar en Cristo me hacía desear mal a quien me había lastimado.


Hoy veo de diferente manera, hoy sé que Él, es mi consolador mi guía, mi apoyo, mi salvador, que él es primero en todo y que mi amor es de él, que en Él debo confiar y dejar todo en sus manos y en su perfecta voluntad.


Y cuando me pregunto…

¿Qué te ayudará con lo que haz estado luchando?

Es donde me doy cuenta de que hablar de cuán maravilloso es, que realmente su amor es inagotable por nosotros, mi alabanza comienza a sanarme, y es donde el Espíritu Santo me hace saber que Jesús no ve que tan grande ha sido nuestro pecado, más aún, siempre está para nosotros. Y lo más importante que a mi vida dio aliento, mientras estemos en obediencia y comunión con Él, todo será diferente, que al mantener los ojos en Él obtendremos consuelo, orientación, protección, realización y consejo, que no necesitamos ir a nadie más.


Hoy comparto con ustedes este impulso de cambios que he sentido en mi corazón este anhelo por su amor, y por su compañía.


Amado mío, Señor Jesús, te pido humildemente que sigas trabajando en mi para ser completamente tuya, sin ataduras de ninguna índole, que pueda enaltecer tu bendito Nombre, dame sabiduría para sobrellevar, en los momentos que las cosas que no me gustan las pueda arrancar de mí, sin sentir malos deseos y desánimos en contra de los demás, porque sé que solo asi, limpia y pura, lograré mi total comunión contigo, Amén.




Te amo, te alabo y te glorifico.

Marcela

C3D México.

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