Octubre 07 2024
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Salmo 18;2
Doy toda la honra y la gloria a mi amado Señor Jesús por hacerme libre de tener ese apego emocional a mi esposo terrenal, era tanto que hasta lo idolatraba sin darme cuenta. Hubo un tiempo en que pensaba que sin él no podía vivir; así comenzó mi proceso, pues, aunque creo en el Señor Jesús, en su tiempo empecé a entronar a mi esposo en mi mente y en mi corazón, y así fue que todo empezaría a cambiar, entendí que solamente mi corazón, mente, mi alma y todo mi ser le pertenecen a mi amado Señor Jesús.
Ha habido una transformación en mi vida a través de este hermoso proceso, aunque muy, doloroso, así fue mi amado Jesús me permitió separar a mi esposo terrenal solo por un tiempo, y es para volver mi mirada y mi corazón, solo al amor de mi vida, a mi amado Señor Jesús, a través del ayuno y a oración es que Dios me ha dado libertad de la opresión del enemigo. Primeramente busquemos el reino de Dios y su justicia y todo viene por añadidura. Mateo 6;33.
Ana.
Cordón Llenas de Su Gracia.
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