Y conoceréis la verdad, y la verdad los hará libres.
Juan 8;32.
Dejemos nuestra voluntad a un lado y abracemos Su Voluntad.
Este hermoso capituló, me ha llevado a ver muchas cosas, de las cuales Dios en su misericordia ha sido tan fiel con mi familia. Aquí mi Amado Espíritu Santo me llevo a recordar de donde es que Su amor me salvo.
Dejemos nuestra voluntad a un lado y abracemos Su Voluntad.
"Ser liberada de la esclavitud, de la necesidad de realizar mi vida con una carrera o un trabajo fuera del hogar" Esto tocó muy profundo mi corazón y me llevo a recordar que, hace tres años, el Señor me pidió que renunciará a mis estudios (los cuales están inconclusos por muchos diversos factores, uno de ellos: madre joven) pero eso no es todo, el día que Él me lo dijo, dolió a mi corazón, no sabía lo que estaba arraigado tanto en mi ser que era vano.
El tener que elegir en ese momento: el Señor o mi escuela, no sabía lo que conllevaría todo esto. Nada puedes ver en ese momento, solo confías en Él, y crees en su poder, escrito está: «Todo el que cree en Él no será avergonzado». Rom. 10:11. -Esa decisión- me llevo a ver, tiempo después, que mi ahora esposo si terminaría sus estudios, y que gracias a lo que dice el libro, él tiene que sobresalir en todo. Esto para mí no era nada visible, hasta esta mañana,
en donde, con esta lección el Señor abrió camino a mi hogar unido, mi esposo aquí trabajando y yo en casa con los niños, donde es mi lugar, una sola carne o ser inseparables es parte de ser un equipo. Nada de esto sabía, hasta que bastó Su sola palabra para poder entender que la bendición era esta, al escogerle a Él, lo tenemos todo. Más tarde me sería revelado que hace tres años juntamente, después de renunciar al trabajo, la escuela y el mundo, Él no había pedido entrar a su trabajo por parte de una plaza. Y Justo hoy hace tres años, vuelven abrir la bolsa de trabajo. Hoy el Señor me da la oportunidad de regresar con él, a ese lugar de trabajo, pero, vamos con la autoridad y hoy mis oraciones pueden llegar a Él, por tener la cobertura. Lo cual hace tres años por tantos errores no se podía. Hoy puedo orar por el trabajo ideal de mi esposo, porque todo sea para nuestro futuro, y me recuerda que Su palabra: Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Mt 7;24.
Hoy puedo ver gracias a él y a su bondad, que, si te rindes, él cumplirá los deseos de tú corazón, y más que estar afuera de mi hogar, siempre desee estar con ellos, y sigo deseando ser la ayuda idónea que mi esposo necesita, y ser esa madre que este hermoso y poderoso capituló dicta.
Ser la esposa que Jesús quiere que yo sea.
Alabó su Nombre y le doy la Gloria porque, aunque aún hoy no veo nada, mi Dios está obrando, abriendo caminos; alabo su nombre por haberme traído aquí y estar hoy parada en la brecha, por mi familia.
C3D MINISTERIO.
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