Agosto 26 2024
Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel y ordenaron al carcelero que los custodiara con la mayor seguridad. Al recibir tal orden, este los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo.
Hechos 16;23;24
Hace varios meses estaba atravesando por un proceso en el matrimonio con el ET, y me eran reveladas cosas de diversas áreas para orar por él; en ese tiempo estaba todo muy fuerte en la casa, su estado de ánimo era repugnante y había sido advertida por el Espíritu de Dios que debía resistir esta crisis.
Fui dirigida a levantar una intercesión por él durante 40 días hace un año, y el tiempo indicado era ahora, la Intercesión era “el camino a Damasco” me fue revelado en 1 Reyes la confirmación y en Hechos 9 las oraciones, después una vigilia de madrugada, y más tarde unos ayunos. Entre más pasaban los días, más fuerte pasaban las cosas, una de la revelación a través de una ministración fue el espíritu de perro, ¡quedo exhibido! Este espíritu es inmundo y está en la palabra Filipenses 3:2-11 destroza por completo y se come el vómito.
Para poder orar por mi ET, debía primero ir a la raíz, cosa que me fue revelada a los días. Estas oraciones fueron de ocho días tal como dice la escritura; tal fue el asombro que tenía que orar por el padre terrenal de mi ET. Al estar en la madrugada, para romper estas potestades, me fue revelado que había un pacto de derramamiento de sangre. Se había tomado la vida de alguien en el pasado, y este gobernante estaba queriendo cobrar la sangre ahora.
Las madrugadas fueron intensas y los ocho días debían terminar, entre más pasaban los días más intenso se ponía, pero debía resistir ¡Jesús ya hizo todo! Rompí con el contrato que pide la sangre de mi familia, y me interpuse en la brecha. Todo el peso debía caer con quien tenía la culpa y el contrato y todo el contrato debía ser roto para mis generaciones en el Nombre de Cristo.
Los días pasaron y todo siguió su curso, el ET se tenía que ir de viaje de trabajo, no estaba en la ciudad, así podía estar en ayuda de oración en madrugada con una hermana que amo mucho, y peleábamos en obediencia en la brecha. Un día de esos, Jesús me había regalado una tarde de descanso maravillosa con mis hijos y firmo una promesa en el corazón tan grande, estábamos llenando la casa de bellos y extraordinarios recuerdos de sabiduría y de justicia como dice su palabra, y esa tarde tan espectacular, estaba siendo firmada para siempre en mi corazón y el de ellos. Podrá verse tan sencillo, pero cuando él te da una promesa, todo el universo se mueve y lo espiritual sabe que está pasando, al hacerla tuya.
Al pasar el día, tomamos un autobús de regreso a casa, y vaya mi sorpresa, el autobús urbano en que íbamos choco. Mi hijo menor y yo estábamos juntos cuando se desvío el camión y el mayor en otro asiento. En ese momento mi cabeza se impactó al asiento de enfrente y la sangre comenzó a salir, a mi hijo menor igual. Lo único que podía pensar era en alabar su Nombre, impuse las manos sobre mi hijo y oraba, mi hijo mayor marcaba para que nos auxiliaran, y al momento caí al piso de rodillas: ¡Jesús toma mi vida en tus manos!
Me levanté y me dirigí a orar por los otros cinco pasajeros que también habían sufrido lesiones. Solo sabía orar y alabar su Nombre. Solo eso estaba en mi cabeza. Fui al ministerio en llamadas que era lo único que podía pensar, y lo que se debe hacer, las oraciones llegaron y las personas adecuadas también; una hora después la sangre empezaba a parar, era demasiada y solo pude sostener a mi hijo menor. Todo se empezaba a mover, la aseguradora tenía que llegar y hacer las cosas pertinentes, tres horas después estábamos en el hospital, el cordón iba a empezar y el tema tenía que salir, en medio de todo ese caos, solo pensaba estar en donde debía - mi ministerio- y no de posesión sino de pertenencia, donde pertenezco, donde amo y me aman, donde había consuelo y Paz. Justo en esas horas todas oraban por nosotros, aún no había respuesta a lo que nos había pasado. Una hora más los rayos x llegaron y con ellos los resultados: mi hijo menor sin una sola fractura, el mayor solo contusión y yo, ¡vaya sorpresa! Nariz rota fue el diagnóstico.
Tenía que tomar más medidas para todo esto, pero la casa era lo que quería, refugiarme en sus brazos, mientras el mundo rueda. Me dijeron al fin que ya podía irme y tenía a los días que ir de regreso con el otorrinolaringólogo, para que él me valorara. Todo siguió y recibí el amor que tanto Jesús sabe dar atreves de las personas que nos manda. En mi intimidad con él, me había sido revelado no dejar ni un segundo de orar en la madrugada con mi amada hermana, esto estaba fuerte, y así obedecí. Y de la nariz, aunque había mucho dolor no me acordaba, pude dormí bien siempre y nunca dejé de respirar, no hubo hemorragia después, ni coágulos, ¡mi amado Dios siempre fiel!
Lo único que me causaba mucho dolor y un terror inexplicable es el subirme a los taxis y camiones que diario tuve que tomar para las vueltas que tenía que dar. Empezaba a surgir un miedo fatal para tomarlos. A los días tenía que ir al otorrino y hubo una oposición muy fuerte, todo estaba tan distorsionado y no me querían atender por parte de la aseguradora, pero al fin me redirigieron y tenía que esperar unos días más.
Cuando por fin llegue con el doctor verdadero, mi amado me asombro.
El otorrino aparte de ser del lugar de donde yo nací, ¡es cristiano! y él impuso manos sobre mi nariz y supe ahí que sano Dios la ruptura. Llore y el doctor también, junto con esto me contó su testimonio. ¡maravilloso Dios!
Ahí entendí porque tanta oposición un día antes.
Aunque doloroso lo que me hizo en la nariz con los aparatos, en lo natural, Dios de maravillas y milagros no me dejo que se intensificara, él sostuvo todo en todo momento con la vista espectacular que tenía del cielo en el séptimo piso donde me encontraba.
Pero, al salir, subirme al vehículo seguía siendo la tortura, el acecho que el enemigo ponía, lo que me hacía incluso escuchar el golpe del choque una y otra vez. Mis lagrimas escurrían y me rechinan los dientes, las manos sudorosas y el palpitar tan elevado, siento como el frío llega a mis huesos y solo quiero escapar de eso. Me fue revelado a los pocos días algo que marco mi vida para siempre: el gobernante al cual yo cancele el contrato ¡quiere mi vida! Caí de rodillas y lloré, esto se estaba queriendo cobrar mi vida, y lo que permitió mi Dios Soberano solo fue una fractura. Sí de todo el contrato de derramamiento de sangre, se canceló por mis generaciones con esto que sufrimos, ¡Alabando sea su Nombre por siempre y para siempre! No pudo tocar mi vida, pero él asecho sigue porque esto está vigente solo que no puede tocarme, porque mi Dios es Justo fiel y soberano. Lo que aún siento al subirme a los camiones es el acecho de este gobernante, pero mi Dios siempre me protegerá.
Él me revelo más días después, que no importa lo que sienta, él está a cargo de mi vida, y mi vida y la de mis hijos y mi esposo están en sus manos y la de mi familia, porque él los cubre con su Sangre Poderosa. No me da miedo perder mi vida por causa de él. No me da miedo ya. Me fue revelado la última vez que sufrí este acoso, que todo se acaba el día que me den de alta de la nariz. Ese día todo por completo acabará y jamás podrá tocarme nunca más. Mi vida está en sus manos, y no tengo miedo de seguir en la brecha por todo lo que él me diga.
Solo te digo a ti, ahora que aún estoy en este proceso. ¡no te rindas!
Como Pablo y Silas, alábalo con las cadenas porque se romperán y la puerta de abrirá y toda tu familia será salva.
No te rindas, no dejes de orar, no dejes de interceder ni de ayudar a las demás.
Para cuando escribo esto, más procesos han pasado, y todos han tenido fruto, por aquel que nos amó. No te rindas, siempre él es fiel con lo que promete.
No importa todo lo que cueste, tu presencia vale mucho más.
A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas.
Hechos 16;25;26
Rebeca.
C3D MINISTERIO.
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