"PERO EL ME DIJO: <<TE BASTA CON MI GRACIA, PUES MI PODER SE PERFECCIONA EN LA DEBILIDAD>>. POR LO TANTO, GUSTOSAMENTE HARÉ MÁS BIEN ALARDE DE MIS DEBILIDADES, PARA QUE PERMANEZCA SOBRE MI EL PODER DE CRISTO "
2 Corintios 12:9
AMADO JESUS, PORQUE SOLO TU ERES EL AMOR, EL AMOR MAS SINCERO QUE PENETRA CADA HUESO HASTA LLEGAR AL TUETANO Y QUE TOCA CADA FIBRA DE MI SER. ERES TÙ EL AMOR DE MIS AMORES.
No quiero usar la frase que solo Jesús me es suficiente como una alternativa alentadora, sino que me es suficiente porque me ha salvado mediante un único sacrificio. Solo él es el único que ha dado su vida por mí, el único que quita mis pecados, me transforma y cambia mi vida.
¡Su nombre representa todo lo que es y hace, y no hay ni habrá alguien a quien pueda recurrir, pues lo que hizo y hace Jesús en mi vida me es suficiente para ser feliz! Él suple cada necesidad y esto hace eco sobre el cuidado de Dios por mí, solo él tiene el poder y el deseo de suplir todo lo que necesito.
Solo Jesús me es suficiente para equiparme de sus promesas llenarme de su palabra, siempre obediente a él, atenta a él. Su piedad me es dada por su divino poder, en absoluto el abarca todo en mi vida, no necesito de nadie más para vivir una vida que solo le agrade.
Jesús me es suficiente porque solo él me ha fortalecido en todo este tiempo de mi proceso, incluso cuando he sido débil él me ha ido perfeccionando, porque solo él es el único que me guarda, me provee, me fortalece, me salva, pero sobre todo que él me ama sin condiciones y me hace inmensamente feliz, ¡es la única fuente de felicidad! No necesito otro argumento, otra súplica,
Jesús me es suficiente, no necesito algo más... ¡Quizá más revelación de él a mi vida y eso sería más que suficiente para vivir!
Hermosa hermana, el poner en primer lugar a Dios en nuestra vida nos lleva a muchos retos, el poner en otros términos a todo aquello que por mucho tiempo hemos tenido en primer lugar en nuestra mente y corazón, ya sea et, hijos, padres o alguna otra cosa que le ha quitado a Dios el lugar que se merece en nuestra vida. Pidamos perdón y volvamos a entronarlo en nuestro corazón, preferirlo por sobre todas las cosas nos dará estabilidad a nuestras vidas, traerá paz y armonía con todos aquellos con quienes nos rodeamos porque sabremos tratarlos con un amor ágape.
¡Pero sobre todo tendremos una vida abundante!
Bendiciones.
Elizabeth
Cordón Llenas de Su Gracia.
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