El mundo está lleno de espíritus insatisfechos que pasan por alto la felicidad y las bendiciones que tienen a su alcance.
Pero no solo ellos, ya que muchos creyentes, que no han colocado a Dios en primer lugar, siguen teniendo insatisfacción.
Más si aún colocan trabajos, personas, objetos, banalidades, mascotas y circunstancias en primer lugar, entonces fracasan en encontrar satisfacción en ellas.
Dónde no está Dios como prioridad, nada funciona y es porque el Rey no está en su trono.
Así es, si Dios no ha sido colocado en el pedestal que le corresponde, como la máxima autoridad de tu vida, si Dios no ha sido colocado como el estandarte de tu corazón, entonces no te sentirás realizada, no te sentirás plena y mucho menos satisfecha.
Hay muchos cristianos insatisfechos porque pretenden tener a Dios como parte de su vida, pero no como la más alta prioridad.
Puedes ser cristiano y vivir en ataduras, amargura y dolor, esperando que Dios llene todas tus necesidades, que te sane, prospere, restaure, levante y bendiga, y aunque Dios quiere hacerlo, hay algo muy importante que debes saber, y es que, para cada promesa, para cada bendición, hay una condición, y está condición es fundamental para que se desplieguen, todas las bendiciones y cosas maravillosas que Dios quiere hacer por ti y para ti.
La condición es única e infalible está en Mateo 6:33
Busca primeramente el Reino de Dios y todo te será añadido.
Sin embargo, si solo necesitas un Dios para tus necesidades, y para que tus anhelos se cumplan, no sucederá.
Debes saber que para poner a Dios en primer lugar y vivir satisfecha, tienes que renunciar a todo aquello que te aparta de su presencia, que te aparta de su llenura, que te aparta de su amor.
La insatisfacción demuestra falta de gratitud a Dios.
Así que busca primero a Dios y lo demás llegará cuando él sea lo primero, lo único y lo más importante de tu vida.
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