El que salga vencedor heredará todo esto y yo seré su Dios y él será mi hijo. Apoc.21;7.
Toda la honra y la Gloria solo a mi amado Jesús.
Este ayuno que entregue para romper la prostitución, el adulterio y la infidelidad en mi vida, fue para romper las cadenas que aún me mantenían con estos contratos atada, donde el enemigo podía aún acusarme de lo que había en mi vida pasada. Rompí con la infidelidad, y aunque pensé que era la infidelidad hacia mi ET, no, él me llevó más allá, las acusaciones eran hacia mis padres, pedirle perdón por todas las veces que fui infiel la primera vez en mi casa, desde niña y hasta adulta. La deshonra que Dios Padre aborrece hacia los padres. Rompí con todo lo que está oculto en mí, y pedirles perdón a ambos padres por la infidelidad a su casa, a su persona, por lo mal que fui como hija.
Este ayuno me llevo a romper con la infidelidad hacia las personas que decía amar y que traicionaba hablando de ellas y defraudando su confianza.
El ser infiel me llevaba, a no tener compromiso y no tener responsabilidad en los trabajos y ser infiel es mucho más allá de un acto sexual, sino serme infiel a mis ideales y a mis malas decisiones, me fui infiel cada que yo prefería a otra persona que a mis propios hijos. Y a ellos pedir perdón, por serles infiel. Entregué este ayuno para liberación del alma a la prostitución que hice, con ídolos y el saber que el Señor me restaura al no rendirme, me redime, me llena de un gozo. Me entregue en cuerpo y alma a él y este ayuno estaba basado en Ezequiel 16, estaba basado en que le fui infiel a mi Señor y prostituí mi cuerpo con todo, este ayuno lo entregue para la libertad del adulterio que cometí y del darme cuenta de la traición que traía aún está acusación.
Hoy soy libre en Jesús, el Único que rescata del pecado y puede romper contratos, puede rescatar y dejar sin evidencia alguna tu vida. Porque él es mi abogado defensor y así como borro toda evidencia de Pedro al cortar la oreja del soldado Malco, sin lesión alguna, perdono. Así mismo él retira la evidencia de toda acusación. Cuando en mi intimidad iba con él, me susurraba hija, vete, y no vuelvas a pecar … hoy no quiero mirar atrás. Hoy no hay mirada que me haga regresar. Por su Sangre Poderosa en la Cruz soy salva, hoy sé que esto nos liberta, nos redime, nos restaura, y hace de mí, una mujer íntegra, pulcra, casta y guardar todos mis pensamientos, mi cuerpo y mi alma para el Señor me da alivio. Hoy quiero permanecer por siempre enamorada de él.
Solo servirte a ti. Entregó este testimonio a Él único que merece toda Honra y Gloria. Por los siglos de los siglos Cristo Jesús. Amen y amen.
Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero. Apoc. 21;27.
Rebeca.
C3D MINISTERIO.
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