Junio 21 2024
«¡Ahora acérquense y desayunen!», dijo Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: «¿Quién eres?». Todos sabían que era el Señor. Entonces Jesús les sirvió el pan y el pescado. Esa fue la tercera vez que se apareció a sus discípulos después de haber resucitado de los muertos. Juan 21:1:25.
Gracias Amado Jesús por que tus misericordias se han renovado, me han dejado ver tu poder obrando en nuestras vidas y nuestro linaje.
Doy gracias, Amado Jesús por esta hermosa restauración y restitución del tiempo. Es como tú quieres siempre, porque eres Perfecto.
Gracias por que después de 20 largos años, me has permitido estar al lado de mi Hermana mayor. Durante mucho tiempo el enemigo robó y despojó de nuestras familias, estos lazos de amor y unión.
Y pese a todo eso, tú amor ha sido más grande que todo lo que ha quería hacer el enemigo en esta familia. Hoy puedo escribir esto con el amor más profundo a ti y a tu corazón y tu camino, que seas tú, el único que es glorificado en esta relación. Hoy después de tantos años y después de tanto tiempo esperando y soltando todo lo que el Señor nos pedía, este tiempo se dio.
Para mi corazón y sus anhelos, fueron los meses más hermosos que mi amado Jesús me regaló en restitución.
Es hoy en su poder y su Nombre lo que puedo decir, las relaciones con la familia si se restituyen. Las relaciones con la familia si se pueden empezar de cero. Atrás de los cafés, la comida, los llantos, los enojos y las innumerables risas, están, los ayunos las batallas, el soltar, el admirar, y respetar.
Hoy, es todo lo que podemos ser en este momento en el Señor.
Hoy agradezco con mi corazón el poder estar al lado de mi hermana mayor, el que podamos servir al Señor juntas y ser una unidad en este mundo. Gracias al Señor todopoderoso por todo el tiempo que permitió reunirnos y estar juntas, esta complicidad que nace desde una mirada hasta el saber lo exacto que queremos la una de la otra, esta complicidad llena del fuego Espíritu Santo.
Hoy honro todo lo que por su Gracia he recibido de parte de mi amado, de parte del cielo.
Amado Jesús hoy doy gracias porque tú nos has devuelto el corazón y tú nos has hecho sentirte, verte y honrar cada día juntas. En el poder de tu Nombre, y con tú autoridad doy testimonio vivo, de cómo los corazones viven de nuevo cuando los sanas y cuando los restauras, cuando la tierra es fértil, y libre de toda maldición. Hoy sé que estás aquí a mi lado y que estás en este cordón de tres dobleces que formaste. Hoy te doy gracias, Amado Jesús por la vida de mi hermana, y por estar aquí entre nosotras.
Hoy todo temor se ha ido y el amor ha llegado.
Todo honor y toda Gloria al único que merece ser exaltado al único que es digno de ser alabado. Al único que es nombre sobre todo nombre Cristo Jesús.
Rebeca.
C3DMINISTERIO
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