Estoy convencida de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida.

Marzo 24 2024

Los israelitas confiesan sus pecados.

El día veinticuatro de ese mes los israelitas se reunieron para ayunar, se vistieron de luto y se echaron ceniza sobre la cabeza. Habiéndose separado de los extranjeros, confesaron públicamente sus propios pecados y la maldad de sus antepasados, y asumieron así su responsabilidad.

Hoy ha sido un día importante, le he pedido al Señor que no termine mi día, sin que él cumpla el propósito con cada uno de ellos; miraba un estado de una vieja amistad, donde decía qué feo era encontrar al marido y que una infidelidad no se perdonaba; meditaba un momento sobre cuando le conocí e hice amistad con ella, a los pocos meses supe que era amante de mi tío, hoy podía ver cómo ella misma vivía esa situación y le dolía.

El Santo Espíritu de Dios que siempre nos acompaña y que nos redarguye, me dijo que también estaba pasando las consecuencias de lo que había hecho alguna vez, de lo cual muchas veces le he pedido perdón al Señor, pero hoy principalmente con esta lectura, que me acaba de dar mi Amado, en Nehemías 9, me confirma, que, aunque somos perdonadas, Dios es justo y soberano y las consecuencias las tenemos que afrontar, ahora de su Mano.

Conocí a mi esposo terrenal en el mismo lugar donde trabajábamos los dos, empecé a salir con él, y al poco tiempo me enteré que él tenía familia, no investigue, cuando lo confronte, había decidido terminar con él, me dijo que no tenía nada que ver con la mamá de sus hijos y que no era casado, también me dijo que sólo un hijo era suyo, que el otro no, le dije que no podía seguir con él, y él me respondió, que ¿qué podía hacer para que le creyera?

Con todo el dolor de mi corazón, les puedo decir que eso que pedí hace mucho tiempo, me está pasando ahora; estoy viviendo las consecuencias de lo que un día pedí, le dije que, si en verdad ya no tenía nada que ver con la mamá de los niños, dejara ese lugar en ese mismo momento, y él, esa misma noche, se salió de casa de sus papás, que era donde vivían.

Él se fue a rentar aparte, poco después la mamá de los niños, también se fue de ahí, dejando al mayor, solo se llevó al pequeño; el mayor creció con mis suegros (los cuales estaban muy enfadados con él, obviamente a mí ni me podían ver.) Con el tiempo se limaron las asperezas, muchos años después.

El mayor, nunca quiso vivir con su papá, cuando nos casamos se lo ofrecimos, y el menor hizo su vida con su mamá y con el esposo de ella (también se casó) y no reconoció a mi esposo terrenal como su papá.

Un día, que se lo encontró en una fiesta en común, el niño lo dejó tan pequeño, no sabía le edad de ellos (cuando lo vi, claramente se podía ver que mi esposo si era su papá.) En verdad, no investigue absolutamente nada, su demostración de amor y de lealtad hacia mí, me bastó para creerle todo.

Nunca se casó con ella, solamente habían vivido en fornicación, y nosotros nos casamos después de casi 3 años de noviazgo; la señora, mamá de sus hijos jamás lo buscó, pero él tampoco buscó a sus hijos, todo esto se los comparto porque hoy, el Señor me ha pedido que saque esto a la luz, que lo confiese y aunque en la intimidad con él, ya le he pedido perdón por el dolor que esta separación momentánea ha causado en mis hijos, sé que es necesario y todo obra para bien; aunque hoy yo misma sufro las consecuencias de lo mismo que un día le pedí hacer.

Mi hijo el menor tiene 4 años, y este proceso de crisis espiritual y matrimonial empezó cuando él tenía dos meses y medio de edad, (cuando se fue de casa) aunque el enemigo ha hecho todo lo posible por que no vea a los niños mi Señor lo traía esporádicamente cada 3 meses, aunque sea una o dos veces, actualmente, este es el periodo más largo que no tiene ningún contacto con nosotros desde diciembre del año pasado.

Mi Amado Esposo Celestial y mi Señor, ha levantado en oración a nuestro pequeño hijo, de día y de noche clama por que su papá vuelva del viaje (pues trabaja en carretera), solo oraba por Él, porque Dios le proteja, lo bendiga y vuelva el corazón de los hijos a los padres, y de los padres a los hijos, pero ya no estaba orando porque vuelva a casa, eso se lo entregue al Señor, mi Esposo Celestial está conmigo.

Hermanas, confieso todo esto públicamente, el Señor puso en mi corazón dar este testimonio para su GLORIA;

hoy le he pedido perdón por mi egoísmo de antaño, y haber afectado a esos pequeños con mis decisiones sin medir las consecuencias de lo que les afecte por mis decisiones.

Hoy por obediencia confieso mi pecado públicamente, hace ya 20 años de aquello que un día solicite, y al igual que la OM de mi tío, hoy estoy viviendo lo que un día hice, le he pedido al Señor, que tenga misericordia de mis hijos y que me perdone, sé que él nos ama, y escuchara nuestras oraciones para que el corazón de mi ET vuelva a mis hijos, porque estoy convencida de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida.

 Durante tres horas leyeron el libro de la ley del Señor su Dios, y en las tres horas siguientes, le confesaron sus pecados y lo adoraron.  Nehemías 9.

TALITA.

C3DMINISTERIO