La palabra esencia proviene del latín essentia que a su vez proviene del verbo= existir, cuyo participio es “Ser que Existe.
En la Biblia, la palabra de Dios, hubo una mujer que encontró su ESENCIA después de haber andado pérdida por las vanidades que ofrece el mundo.
Las mujeres, tienen la necesidad de sentirse amadas, valoradas, deseadas y reconocidas.
Esta mujer dejó el antiguo oficio, cuando Jesús le perdono sus pecados, pero ella fue más allá, dejo de ser pecadora para adentrarse en el corazón de Jesús, hasta poder llegar al punto de entregarle a Él todo lo que poseía.
Ella en lo material sólo tenía un perfume muy costoso y fino, y en lo interior sólo tenía un corazón agradecido por haberle cambiado la vida, y con su acción corporal a través de la sumisión ante la presencia de Jesús al estar a sus pies, ella demostró que supo porque había existido en este mundo, nació para adorarlo, ella encontró su propósito divino y no se fue de este mundo sin conocer a Jesús y hacer en este mundo lo que le correspondía.
Aunque esta mujer tuvo un pasado duro por sus propias decisiones, a través del amor de Jesús tuvo claro, que, aunque estuvo con muchos hombres y creyó amarlos, solo Jesús tenía lo que ella tanto había buscado, ella dejó de ser pecadora para volverse conocedora.
Y fue solo por la intervención de Cristo en su vida, que no tuvo ya la necesidad de volver a buscar amor de forma ilícita.
Jesús cambio su forma de vivir en vez de buscar amor ahora ella daba amor, esta mujer en vez de tener la necesidad de ser reconocida, ahora ella podía reconocer y reconoció, pues tuvo discernimiento por medio del Espíritu Santo de Dios, de la grandeza y magnitud del Sacrificio de la Cruz que estaba a punto de hacer nuestro Señor Jesucristo.
A esta mujer le fue revelado su propósito y también lo que Jesús iba hacer en la cruz por ella, por eso no dejaba de llorar y le ungió sus pies.
¡Ella descubrió la majestad y el amor de Jesús sólo mediante su verdadera ESENCIA esa la cual estaba mal enfocada y perdida en las cosas del mundo!!
¡Hoy es el día en que le pidas a Dios que te revele tu propósito Divino, para que existes!
¡Deja que la esencia que hay en ti, sea enfocada solo en Cristo Jesús!
Lucas 7:38 Llorando, se arrojó a los pies de Jesús, de manera que se los bañaba en lágrimas. Luego se los secó con los cabellos; también se los besaba y se los ungía con el perfume.
Comments