Mayo 06 2024
Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su Santo Nombre.
Salmo 103;1,5.
Gozaras de la Plenitud de mi Santidad.
Es maravilloso saber cómo es que el Señor, persevera por nosotros.
Nuestra alma necesita ser clavada en la cruz, la que teníamos, la que ya venía dañada, y tenemos que rescatar, esta alma que solamente puede ser satisfecha en Jesús. Después de que el Señor me mostrará que en el mundo mi alma vivía insatisfecha, que esta alma no va a ser completada, porque solo en Cristo Jesús, va a encontrar esa llenura, esta identificación en estos cuatro temas: El alma 1 y 2, Quien dices que soy y por último Mi identidad en Cristo, entendería que el Padre está buscando verdaderos adoradores, y cuando tú alma añore y desee adorar a Dios y desee hacer la voluntad de Dios, y desee someterse a Dios, vas a poder empezar a vivir esa vida de plenitud, esa vida de gozo, de paz, de amor, benignidad, bondad y de templanza. Él quiere que esa alma deteriorada sea restaurada en él.
Yo no puedo ser tú marido (para las que están buscando a su Esposo Celestial) hasta que tú alma deteriorada, y que vive insatisfecha, sea totalmente restaurada en mí, porque mi matrimonio, requiere que tú espíritu sea despertado de tú alma. Yo necesito sacar todo lo que esta deteriorado en tú alma, todo lo que esta deteriorado en ti, necesito entrar al pozo de tú alma, y despertar en ti, esas aguas de vida, para despertar esa relación poderosa que necesitas tener Conmigo a través del Espíritu Santo; necesitas despertar en el Espíritu de Dios. Att: Jesús.
Escondida en el minuto treinta y dos de este valioso estudio, esta esta poderosa promesa, que hace surgir todo mi proceso, desde que inicie, hasta el día de hoy. Me derrame a sus pies, en cuanto me hizo el Espíritu Santo recordar, con estas palabras, que me haría entrar en la Plenitud de su Santidad.
Cuando fui totalmente libre de las cadenas y de las cárceles espirituales donde me encontraba, todo lo que se refleja Jesús en nuestra vida día a día, en tan solo tomar pequeñas decisiones que te hacen moverte del lugar de donde estas.
Cuando este estudio se impartió, no logre entender nada, mis sentidos estaban aturdidos, aunque mi corazón dispuesto y sediento; no entendí nada de lo que ahí decía, pero su palabra haría la obra, tiempo después.
Han pasado ya tres años completos de haberle entregado mi vida a él, y solo se, que, todo lo que se dijo en esa ministración, ese día en que vi por vez primera este capítulo, surgió efecto hoy. Ahora que escuchaba detenidamente, para poder transmitirlo, me ha llevado el Espíritu de Dios a entenderlo en profundidad, y palomear cada parte del mismo, me puse una palomita en todo lo que se describe, mi corazón se llenó de gozo, mi alma ahora estaba, como decía la ministra en ese momento, que se sentiría cuando: ¡ya estas libre y eres llena de su plenitud! Tengo que confesar, que mis lagrimas adoraban a su creador, y mientras estaba viendo la mañana a su lado, regando mi árbol, y el agua fresca se escuchaba correr, podía alabar más y más su creación dentro de mí; hoy mi alma esta sanada en su totalidad de heridas, y las cosas por las cuales llegue aquí, agrego muy íntimamente, que jamás acaba esto, mi alma todo el día requiere mantenimiento, todos los días, pero no me canso de esto, hay veces que salen cosas aún, pero lo digo con el Espíritu de Testigo ¡no es lo mismo! Mi alma ya no está vacía, ya encontró a su creador, a su Esposo Celestial, a quien vive para servirle, y ya está solo para adorarle a él;
Se que, en mi carne, aún tendré batallas, pero que Jesús ya venció, y esto es lo que me hace tener total confianza y saber, justo esto, mi alma ya tiene esa paz, hoy estoy en el mundo, pero mi alma no es del mundo.
Su Palabra jamás vuelve vacía, jamás te canses de continuar, en verdad, con mi corazón lo plasmo, este ministerio está lleno de Su sabiduría, y puedo ver Su mano en cada momento, y Su Espíritu se derrama aquí.
En la parte que te encuentres de tú proceso, te digo qué no te rindas, Jesús siempre va a cumplir lo qué ha prometido, no importa cuánto demore.
Hoy mi testimonio de vida es este, su bondad y misericordia se derrama para aquel que le cree. Y tú alma será sanada, si no te rindes hoy, testifico todo esto sabiendo que su Palabra jamás deja de cumplirse, él lo ha prometido…
cuando pases por el fuego no te quemaras y cuando pases por las aguas no te ahogaras, y así es, no te pasará nada, para que al otro lado tú puedas cantar y alabar su gloria y majestad, puedas contar que después de haber pasado por estas pruebas, tú alma jamás será la misma. Tú alma ha sido restaurada.
Pido Señor lo mismo para todas mis hermanas, y las qué están por venir, que seas tú sanando y restaurando su alma, para que sean una misma contigo, en tu Nombre Santo y Poderoso Cristo Jesús, amén y amén.
Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 1corintios 6;17.
Alaba alma mía, alaba a tú creador, alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su Santo Nombre. Alaba, alma mía, al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te corona de gran amor y misericordia; él te colma de bienes y tu juventud se renueva como el águila. Salmo 103;1,5
Rebeca.
C3D Ministerio.
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