Marzo 29 2024
Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo diciendo: Con Amor Eterno te he amado, por tanto, te prolongué mi misericordia. Jeremías 31:3.
T E S T I M O N I O D E A L A B A N Z A.
Desde hace algunos años El Señor se manifestó en mi vida con respuestas inmediatas a mí en medio de mi angustia, con hilos de amor y misericordia me ha traído hacia Él; llevándome a desearle más, a conocerle, a buscarle, a necesitarle tanto como el aire para respirar, y aun cuando desde esa manifestación estoy en mi ministerio eclesiástico, es así como en mi afán de buscarle y conocerle y aprender de su maravillosa misericordia y amor es que llegué a este ministerio C3D.
A través de una hermosa y amada amiga de la juventud que milagrosamente fue restaurada después de 3 años de su ET, empecé a reunirme cada noche a los estudios de la palabra de Dios en compañía de varias mujeres para compartir y conocer sus experiencias vividas y las bendiciones recibidas por parte de nuestro amado EC.
Allí, esa primera noche sentí un bálsamo de amor que fluía con gran fuerza del alma y del espíritu de Dios presente en cada una de esas amadas mujeres que allí se encontraban, todas juntas, unidas en un mismo sentir y con un mismo propósito: Cristo.
Hacía ya unos 5 años atrás que había llegado de mi país de nacimiento donde tuve que salir de allí, perdí todos los bienes materiales que poseía; mi empresa, mi casa, mis activos, mi fuente de ingresos, mis ahorros y vida profesional, mi vida personal, perdí también mi salud y hasta mi ojo derecho; mi matrimonio también, mi esposo me había abandonado, luego de haber llegado acá a este nuevo país donde actualmente vivo, diciéndome y justificando su abandono porque ya no me encontraba atractiva y había dejado de amarme.
En medio de tanto dolor también me encontraba separada de mi hija que para aquel entonces tenía 11 años de edad y que su papá no me dejaba traerla a este nuevo país hasta yo no tener una estabilidad por lo menos de salud.
En el ministerio C3D me siento como en casa, desde la primera vez fui amada, recibida, escuchada, comprendida y consolada por todas las hermanas que allí se encontraban unidas en un mismo sentir, y en mí crecía el deseo cada noche de congregarme con estas hermosas mujeres que hoy son mis amadas hermanas y que me enseñaron a reconocer a Cristo como mi primer amor y EC.
Hoy no pasa un día sin que las extrañe y añore escuchar cada una de sus experiencias vividas. Y compartir las enseñanzas en nuestros estudios y cordones de oración y las maravillas que Él Señor ha hecho en cada una de ellas y como Cristo nos ha transformado y apartado solo para Él, llenándonos de sanidad, de paz, de esa libertad que todas anhelamos y llevándonos a más con él, haciéndonos vivir una nueva vida.
Cuando llegué a este cordón estaba buscando restauración personal, pero Dios que todo lo sabe y obra de manera perfecta me llevó a una restauración matrimonial; el cual no entendía por qué, y por obediencia lo realicé, y aunque mi matrimonio aún no ha sido restaurado, soy instrumento para llevar a otras mujeres amigas palabras de aliento y consuelo, como un día fui enseñada y consolada por Cristo, nuestro EC.
Bendito eres Señor, por traerme hasta este ministerio, soy una mujer sana, hace 8 meses recibí tu respuesta: Esa promesa de amor que tenías para mí, me diste mi riñón nuevo por segunda vez, me diste una oportunidad más de vida y esta vez para hacer lo que realmente debía de hacer de manera correcta, de manera obediente, honrarte, amarte, adorarte y servirte.
Gracias Señor porque fue por tu Eterno Amor y por tu misericordia que has prolongado mis días, me has sanado para hacerme vivir en un espíritu humilde y has vivificado mi corazón quebrantado. Isaías 57:15.
Aquí estoy, fiel y firme Señor.
Lina Bravo
De Colombia
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