El Señor en su infinito amor y misericordia me libero de un gran problema financiero.

Agosto 02 2024

"¡Alaben el SEÑOR porque él es bueno,

y su gran amor perdura para siempre!" 1Crónicas 16:34

Empezaré por confesar que este testimonio tenía que haberlo dado hace algunos meses, dónde el Señor en su infinito amor y misericordia me libero de un gran problema financiero; Hoy lo escribo porque anoche el Señor en un sueño me mostró que no había sido capaz de glorificarlo como Él se merece, y aquí estoy dispuesta a dar toda esa honra a mi amado Padre.

Hace algunos meses, en las tarjetas dónde me depositan el pago mensual de la pensión por mi trabajo y otra pequeña pensión por parte de mi hijo que falleció, fueron bloqueadas; sin saber el motivo, me dirijo al banco y allí investigan y me dicen que es por parte de un juzgado a favor de una financiera por falta de pago, esto era una consecuencia de malas decisiones que había tomado en el pasado, caí, me desesperé lo confieso, sentí que no tenía solución, lo veía todo negro (que tonta fui en esos momentos.) Fui a mi ministra, le agradezco porque freno mis pensamientos y me mandó con quién realmente debía entregar todo aquello que sentía, que estaba pasando, le pedí perdón, le dije: Señor tú me habías dado todo, mi casa y esa pensión con la cuál podía cubrir mis necesidades y yo con mis malas decisiones lo destruí.

Al principio, fueron días de todo tipo de pensamientos, algunos negativos no voy a negarlo, sentía que me había quedado sin nada, pero, ahí estaba la mano de mi Amado y misericordioso Padre, no dejándome caer y actuando a favor mío ¡Bendito seas SEÑOR!

Le cuento a mi hijo lo que estaba pasando y la cantidad que tenía que pagar.

¡Dios! ¿cómo no creer en ti? su respuesta fue: -mira tengo esta cantidad ya sólo hay que ver cómo se consigue lo que falta. Al principio no quería, sentía que le quitaba algo que era para su familia y se lo hice saber, me decía que la estaba ofreciendo porque ahora podía hacerlo; y mi hija me decía que lo tomará, el Señor lo estaba poniendo en su corazón para ayudarme, y sí, el Señor estaba siendo bondadoso conmigo. Me faltaba una parte y pensaba ¿quién? ¿a quién? Mi Padre amado me trae al pensamiento a mi hermano, de quien me había alejado un poco, por un motivo; pero fui al Señor lo oré, lo ayuné y Él me da esa fuerza para hablarle. Le platique mi problema y que mi hijo me había dado una parte, pero aún me faltaba, y esperando una reacción negativa de él por conocerlo, ahí nuevamente, mi Padre me demuestra que iba guiada y cubierta por él. La respuesta de mi hermano fue asombrosa: - ¡No llores! ¿esa cantidad te va a dar la tranquilidad para estar bien para salir de ese problema? Le contesté que sí, que con eso saldría del problema, y me dijo: -dame un número de cuenta y espera unos cinco minutos, te los transfiero. Era Él. ¡Oh, Señor!

En menos de cinco minutos me llega un mensaje, y ahí estaba el dinero, inmediatamente pagué y aunque tardo para que el juez diera el fallo para ser llevado al banco para desbloquear mis cuentas, lo esperé con paciencia, porque había entendido que nuestro Padre obra en su voluntad y que sólo él puede sacarnos de todo aquello que a veces hacemos mal, de esas mala decisiones que tomamos sin consultarlo, y aunque en mi defensa diré que todo esos errores los hice cuando no estaba en Cristo, no me justifica, y sé que al principio no hice lo correcto, que dude, que no confíe, no entregue a mi amado Padre; el me perdonó por haberme arrepentido, por haber ido a él por haber corrido a sus brazos que estaban abiertos para mí y yo no los veía, me cegaba la angustia y la desesperación, pero cómo gran Padre amoroso que nos perdona, sé que me perdonó y que puso ese recurso que necesitaba a través de las manos de mi hijo y de mi hermano. Qué Dios les multiplique esa acción haciéndolos llegar a Él a sus brazos a entregarse y a dejar que él como su Padre los guíe y los lleve a ese propósito que tiene para sus vidas.

Agradezco infinitamente a mi Padre Celestial porque a pesar se mis fallas, de mis errores me perdona y no me abandona, ni me deja de su mano.

Gracias amado Padre por tanto amor.

Amén.

Marcela.

Cordón Llenas de Su Gracia.