Daniel 10:2
En aquella ocasión yo, Daniel, pasé tres semanas como si estuviera de luto.
El luto es la expresión de profundo dolor, que experimentamos por varias tragedias que se presentan en la vida.
Tristeza profunda causada por la pérdida de una persona o cosas con la que tenemos un alto apego emocional.
El dolor causado por el luto dura por un tiempo determinado, al cual se le llama proceso y tiene un comienzo y un fin.
La muerte física no es el fin en la vida de un creyente, sino es el callejón para pasar y llegar a la presencia del Señor.
Durante este etapa debemos hallar consuelo solo en Dios (2 Corintios 1:3-4)
Durante el tiempo de luto, necesitamos actuar con plena confianza porque Dios está en control de TODO.
No debemos desesperarnos durante este tiempo pues, veremos al Señor levantándonos por su favor y misericordia.
El dolor del luto en algunas ocasiones se manifiesta con ataques de ira, culpa, amargura.
Debemos tener mucho Cuidado e identificarlos y soltar!!
Entregue su dolor, entregue el luto a su creador, El se interesa por usted y desea sacarlo en victoria de esta etapa.
El Señor está pendiente de tu sufrir, el quiere sacarte de ese dolor (Salmos 55:22)
Recuerde: Desafíese a poder adaptarse a su nuevo entorno, acepte la situación que en sus propias fuerzas no puede cambiar, solo Dios lo puede hacer en usted.
Crezca a través de esa pérdida, crecer en conocimiento en el Señor Jesús.
EL SEÑOR LE CONFORTARA TU DOLOR, CAMBIARA TU LUTO POR MANTO DE ALEGRÍA (Isaías 61:3)
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