JUECES 7:1-4
Yerubaal —es decir, Gedeón— y todos sus hombres se levantaron de madrugada y acamparon en el manantial de Jarod. El campamento de los madianitas estaba al norte de ellos, en el valle que está al pie del monte de Moré. El Señor dijo a Gedeón: «Tienes demasiada gente para que yo entregue a Madián en sus manos. A fin de que Israel no vaya a jactarse contra mí y diga que su propia fortaleza lo ha librado, anúnciale ahora al pueblo: “¡Cualquiera que esté temblando de miedo, que se vuelva y se retire del monte de Galaad!”». Así que se volvieron veintidós mil hombres y se quedaron diez mil.
Pero el Señor dijo a Gedeón: «Todavía hay demasiada gente. Hazlos bajar al agua y allí los seleccionaré por ti. Si digo: “Este irá contigo”, ese irá; pero si digo: “Este no irá contigo”, ese no irá»
En este poderoso pasaje podemos ver cómo Dios le dice a Gedeón que necesita deshacerse de la cantidad tan grande que tiene de soldados para que ellos no crean que la victoria ha sido por sus propios medios.
Dios se encarga de escoger por él, Dios decide a través de sus actos, quien va a la batalla y quien no.
Por eso Dios se encarga de ejercer su voluntad en el campamento, para que sus propósitos eternos sean desarrollados como él necesita.
Los métodos de Dios son sencillos pero poderosos.
Dios no se complica porque él tiene todo el poder.
Él hará muchas cosas por nosotros y si lo dejamos actuar; como podemos ver en este pasaje de Jueces, el intervino de una manera sencilla quitando a la multitud para que se pudiera dar la victoria, que iba a ser entregada en las manos de Gedeón pero por la voluntad de Dios, para su gloria.
Dejemos Actuar a Dios en nuestras vidas, él no se complica..
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