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Diario de Marcela CAPITULO 2


Octubre 19 2024

El que se aferre a su propia vida, la perderá; y el que renuncie

a su propia vida por mi causa, la encontrará. Mateo 10:39



Queridas Novias:


Este es un hermoso capítulo que nos confronta, debemos reconocer que sin Él nada es posible, que Él es el único que puede cambiar situaciones, que, aunque perdamos todo, ¡teniéndolo a Él lo tenemos todo! Recuerda fijar tus ojos, tus pensamientos y tu corazón en nuestro amado Jesús.


Les comparto lo que Él me ha enseñado y cómo me ayudó a renovar mi mente con la forma en que pensaba previamente, y cómo me ha ayudado a pasar más tiempo a su lado de forma más abundante. El hecho de creer que era la que podía resolver sola mis problemas sin ayuda, el creer que no necesitaba de nadie, el llegar a ser soberbia porque al pedir siempre, no le entregaba a Él la gloria, que sin él no soy nadie, fue el peor fallo que tenía; Hoy sé que sin Él en mi vida nada soy y que es el único que sabe que es bueno y lo malo para mí, sé que caminar a su lado es lo más maravilloso que me puede ocurrir.


Solo él me ayudará con todo esto que he estado luchando, me ha confrontado el Espíritu Santo: ¿Qué pasa si algo te ayudará a superar tus luchas actuales para ayudar a otros que necesitan conocerlo y experimentar SU AMOR?

Puedo decir que, al conocerlo, al vivir en mi amado Jesús, al entregarme a él

dejándolo que sea solo el dirigiendo mi vida, es todo lo que necesito.


Viviré estos principios en mi vida, con los demás, especialmente en el exterior y en mi hogar. Hoy sé que debo vivir en amor por Él, en Él, y para Él, que debo dejar todo en sus manos, que sea ÉL dirigiendo mi vida, que no me debe importar lo que los demás piensen de mí, mientras que esté bien con Él, sé que estoy llena del Espíritu Santo porque volví a nacer, sé que su poder sobrenatural me ha cambiado interiormente cuando fui salva, y que en algún momento los demás reconocerán a Jesús en mí, sé que Dios desea mi cambio total para caminar a la imagen que él quiere de mí, sé que desea mi transformación y yo me he entregado a ÉL ciegamente para lograrlo, amén.



Porque los montes se moverán, pero no se apartará de ti mi misericordia,

ni el pacto de mi paz se quebranta, dijo Jehová el que tiene misericordia de ti. Isaías 54:10





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