Mayo 26 2024
Las mujeres deben someterse a sus esposos al igual que se someten al Señor. Porque el esposo es cabeza de la esposa, de la misma manera que Cristo es cabeza y salvador de ese cuerpo suyo que es la iglesia. Así que las esposas deben estar sujetas en todo a sus esposos, así como la iglesia lo está a Cristo.
Efesios 5:22;24
Durante mi proceso mucho tiempo mi esposo terrenal estuvo fuera de casa, como todo ser humano se me olvidaba aplicar principios que me restaban tiempo y esfuerzo.
Un día temprano, llamó a casa preguntó por los niños y supo que estaba lloviendo muy fuerte, él me insistió en que no llevara a los niños al colegio, pero mi hijo el mayor sí tenía que ir, él tenía examen. Entonces el ET me dijo, solo lleva el grande, ya no lleves al pequeño, pero como buena desobediente y necia, mis hijos iban muy cerca el uno al otro a la escuela y no obedecí, me llevé a los dos, si ya había de salir, de una vez que se fueran ambos, lo que no sabía es lo que costaría mi desacato y mi insubordinación.
Dejé a mi hijo el mayor en la escuela sin ningún problema, caminamos hacia la segunda escuela, obviamente llovía muy fuerte, empezó a correr suficiente agua por las calles, el estar mojada no era el problema, venía cargando a mi hijo pequeño, él todavía iba al kínder, y de repente, quise pisar algo firme, un césped en el cual solo se veía húmedo, cuando lo pise era parte de una alcantarilla la cual no era muy profunda gracias a Dios, pero si nos hundimos nos caímos, me sumergí con el niño y salimos de ahí, solo gracias a Dios, no había nadie en la calle y por mi desobediencia todo me paso; no pude llevar el niño a la escuela porque estaba sumamente mojado de que se cayó al agua conmigo, tuve que regresar a casa más mojada y asustada por todo lo ocurrido, y la corriente tan fuerte que enfrentamos y todo por mi desobediencia expuse a mis hijos, cuando Dios había usado a mi esposo terrenal para ahorrarme ese susto, esa mojada, ¡tan solo si hubiera obedecido, lo cual no hice!
Esas pequeñas obediencias nos llevan a grandes bendiciones, necesitamos ser subordinadas y atender las indicaciones de nuestros esposos terrenales.
Raquel Jiménez.
Integrante de C3D MINISTERIO
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