Algunos problemas llegan solos otros son causados por nuestros afanes, a eso que le ponemos empeño eso que nos mueve por nuestros deseos que un día terminan volviéndonos ansiosos, frustrados, depresivos sin entender cómo es posible que un solo hombre que hizo un sacrificio puede librarnos de todo esto, pues no hay etapa en la vida que no necesitemos de aquel que nos creo, que nos conoce a la perfección y que sabe cómo ayudarnos porque somos su obra.
Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor, renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
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