Cartas a Jesús.

Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.

Lucas 5;16

Tú amor me enseñó a no rendirme, por más agotadora que sea la jornada, por más cansado que sea el mundo, y por más ruido que hay a mi alrededor, este cansancio que en ocasiones me invade, cuando llegas, me abrazas y me sostienes, me enseña a apartarme.

Me has enseñado a saber cuidarme en ti, que las horas a solas a tú lado sean para llenarme de tus fuerzas, y en ese amor sobrenatural que me das, se que podemos una vez más. Se que podemos ir a donde se que vayamos si estas a mi lado, apartarme lejos de todo, en silencio, a tú lado me renuevas.

Gracias por el silencio y la paz, por la gracia inmerecida que me has dado y por el amor que me sostiene.

Desciende del Líbano conmigo, novia mía; desciende del Líbano conmigo. Baja de la cumbre del Amaná, de la cima del Senir y del Hermón; Baja de las guaridas de los leones, de los montes donde habitan los leopardos. Cant. 4;8.