Las promesas de Dios necesitan ser activadas en todas las áreas. Dios nos ha dado promesas que cubren cada área de nuestra vida.
La promesa es la expresión de la voluntad de Dios para nuestras vidas. Muchos activan la promesa de la salvación, pero no desatan el poder de todas las demás promesas que aparecen en la palabra.
Para desatar estas promesas hay estudiarlas, meditarlas y estar en constante comunicación con el Espíritu Santo buscando esa introspección, pidiendo sabiduría y discernimiento, para desatar las promesas del nuevo pacto, en el cual entramos al recibir a Cristo Jesús Nuestro Señor y Salvador, por lo cual somos herederas de las promesas.
Solamente a través de las promesas podemos participar de la naturaleza divina de Dios.
Dios ya te ha dado promesas que necesitan desatarse para tu vida, también encontrarás muchas adversidades para que estas no se vuelvan una realidad.
Por eso es necesario que conozcas la palabra de Dios, porque es la que tiene el poder, su palabra expresa la forma de cumplir con los propósitos que ha prometido, ninguna palabra de Dios deja de tener poder.
Toda la palabra de Dios tiene el poder para cumplirse porque una promesa de Dios representa lo que él quiere hacer en nuestras vidas.
¡Dios ya te prometió, ahora te toca caminar hacia la promesa, compromete para alcanzarlas!
1 Corintios 1:9 DHH
Dios siempre cumple sus promesas, y él es quien los llamó a vivir en unión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
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